En pocos años hemos
observado la aparición de un escalón generacional protagonizado por nuevas
corrientes de la información que han provocado una evolución en los más jóvenes
a posiciones por lo general más progresistas y avanzadas. La llegada a las
casas de Internet y todo lo que le rodea provoca que padres e hijos vivan en
dos mundos paralelos del cuál es difícil comprender el uno del otro, pero de
eso precisamente no es el artículo de hoy. Esta llegada de la información a
través de Internet ha ayudado en gran medida a uno de los colectivos más
luchadores, el homosexual.
Y es que no solo la gran lucha que desde hace
décadas ha vivido el colectivo LGBT a través de multitud de reivindicaciones,
entre ellas el famoso día del orgullo gay, han servido para que en España se
viva la homosexualidad como una condición sexual igual de aceptable que
cualquier otra. Resulto muy importante el trato de la televisión a esta
orientación fuera de los clichés y prejuicios a los que normalmente venían acompañados
y esto junto a la gran red de información provocó que en menos de 10 años todo
cambiara. ¿Quién fue el gran responsable de todo ello? Sin duda alguna,
Internet. La red sirvió de apoyo a un gran colectivo que tenía miedo al rechazo
y que muchos de ellos por temor a ir a sitios de ambiente o hablar con alguien
cercano de su situación consiguió a través de la red no solo a expresar y
compartir sus sentimientos y gustos sino a descubrir que no son pocas las
personas que pensaban igual y que la homosexualidad iba más allá de personas
amaneradas con boas de pluma y travestidos en las fiestas. Pero lo que ahora
adolescentes y jóvenes entienden a la perfección, aunque todavía no al 100%, a
otras personas que esto de la red y la explosión de información les pillo de
mayor sufrió sus consecuencias. Y es que parece ya más que aceptado y visto con
normalidad que adolescentes, jóvenes y adultos tengan relaciones homosexuales,
vayan de la mano por la calle o se casen en los juzgados pero parece ser que
llegados a una edad la homosexualidad se extingue. ¿Qué pasa con los
homosexuales cuando llegan a la vejez? En este tema se deben estudiar varios
factores:
- Ser anciano desgraciadamente ya es una discriminación hoy en día, si a eso le sumamos la homosexualidad podemos presenciar casos de doble discriminación por parte de la sociedad a este sector de la población.
- La propia discriminación interna y de su colectivo. Las personas que ahora pasan por la vejez han vivido en una sociedad muy distinta a la actual donde se castigaba al homosexual y se discriminaba hasta provoca el rechazo total. Eso provoca que muchos ancianos sigan teniendo esa visión de incomprensión a su rol sexual y se castiguen a ellos mismos rechazando sus impulsos sexuales. Por otro lado, el colectivo homosexual peca en muchas ocasiones de superficial rechazando todo lo que no sea joven y atractivo. Por lo que al premiar el atractivo y la juventud un buen porcentaje del colectivo se encuentra discriminado dentro de él.
- El difícil acceso a la red. Ya comentamos al principio del artículo la importancia que ha tenido Internet a la hora de mejorar los problemas que los homosexuales experimentaban ante el rechazo o incomprensión. Sin embargo, herramientas como los perfiles en páginas de contactos, aplicaciones destinadas al colectivo, o el acceso a redes sociales por parte de la tercera edad se convierte en algo extraño y desconocido por ellos, lo que impide que tengan dentro de Internet un lugar propio para poder estar en contacto y compartir sus experiencias o problemas con otras personas de su rango generacional.
- Las residencias de ancianos. Es un gran hándicap el que sufren los homosexuales dentro de estas residencias y es que ninguna por regla general contempla la posibilidad de que existan parejas homosexuales dentro de la residencia o que se potencie el contacto entre personas de su misma orientación, además de no existir apenas intimidad en estos centros como ya comentábamos en el pasado artículo
- Ausencia de espacios sociales de encuentro. Observamos como existen discotecas, cafeterías, saunas, pubs, librerías, hoteles y todo tipo de establecimientos destinados al colectivo homosexual. Pero sin embargo, la mayoría de estos establecimientos están enfocados a un público más joven y es que observamos como ancianos homosexuales que se encuentran solos acaban acudiendo a saunas o discotecas por tal de tener contacto con otras personas de su colectivo y siendo tachado en muchas ocasiones con desprecio como “Viejo verde”.
Son ya varios los estudios que se están llevando a cabo
sobre esta situación ya que es un claro reflejo de desigualdad lo que viven los
homosexuales de la tercera edad. Pero de nada sirven los estudios realizados en
EE.UU, Holanda y otros países sobre este fenómeno si no es la sociedad en
general la que empieza a ayudar a mejorar esta imagen, y en mayor parte, el
propio colectivo homosexual que sabe lo que es vivir discriminado y rechazado
en la sociedad durante muchísimos años el que debe poner más hincapié en ayudar
ahora a otros sectores dentro de su colectivo que sigue sufriendo estas
desigualdades. Debemos encontrar espacios comunes donde este sector pueda
encontrar y disfrutar con otras personas de su misma franja generacional
fomentando las relaciones en estas edades y evitando en muchas ocasiones que
estas personas acaben sufriendo por soledad. Mejoremos el bienestar de los
homosexuales en la tercera edad para que el día de mañana los homosexuales más
jóvenes también puedan disfrutar de esos avances.
#PorLaHomosexualidadSinFronteras
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