Las películas de terror/suspense, aquellas que tanto cuesta encontrar
a los más exigentes, reúnen los ingredientes perfectos para soltar las pequeñas
dosis de miedo que nos puede resultar excitante a la vez que protegidos. ¿Por
qué disfrutamos con el miedo? Esta comprobado que las situaciones de miedo nos
llevar a huir de esa experiencia y no volver a repetirla, pero cuando esa
situación de miedo es controlada la cosa cambia.
El cerebro ante
situaciones de miedo activa la amígdala responsable de las emociones y permite
soltar dopamina y adrenalina provocando una mezcla entre excitación y euforia.
Ver películas de terror se podría decir que es el deporte de riesgo de aquellos
que no se atreven a realizarlos, o lo más parecido a montarte en una atracción. Todos ellos, exceptuando en parte el de deporte de riesgo, cuentan con un factor fundamental, la
seguridad.
El miedo controlado
hace que de una situación angustiosa lleguemos a disfrutar ya que nuestro
cuerpo reacciona a la situación soltando las sustancias que nos provoca que
lleguemos a una angustia divertida, ya que provocará que gritemos, temblemos e incluso intentemos huir pero con la diversión de saber que estamos
protegidos en todo momento. Es la mejor manera de disfrutar de emociones
fuertes sin correr el peligro de que el paracaídas no se abra. La clave está en
que nuestro cuerpo experimenta una situación de peligro el cuál traduce que ha
superado cuando acaba transmitiéndolo a nuestro sentimiento de superación de un
hecho peligroso. Es decir, llegamos a creer que estamos viviendo una situación
peligrosa en la cual estamos usando los medios posibles para superarla, quién
no ha dicho nunca eso de “¡Pero corre o coge un palo!”.
Además, el ser
humano instintivamente disfruta más con aquello que les pasa a otras personas
que a nosotros mismos. La frase de “Bueno hay gente que está peor” hace que
disfrutemos del mal ajeno, y para ello un dato, en la crisis de los años 20 se
incrementó la afición por las películas de miedo, y vemos como actualmente
vuelven a crecer las películas de este género coincidiendo con la crisis que
padecemos actualmente.
En resumen, nuestro cuerpo experimenta multitud de
sentimientos, todos ellos instintivos por lo tanto necesario en nuestras vidas,
por lo que experimentar tanto el miedo o la tristeza, a pesar de que a menudo lo
intentemos evitar, son experiencias necesarias para la vida y, aunque parezca
que no, puede resultar bastante divertido o placentero.
¿Disfrutas con las películas de miedo? ¿Eres de verlas solo/a o acompañado? Comparte tu experiencia de terror con nosotros.
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