miércoles, 16 de octubre de 2013

¿Por qué disfrutamos con el miedo?



Las películas de terror/suspense, aquellas que tanto cuesta encontrar a los más exigentes, reúnen los ingredientes perfectos para soltar las pequeñas dosis de miedo que nos puede resultar excitante a la vez que protegidos. ¿Por qué disfrutamos con el miedo? Esta comprobado que las situaciones de miedo nos llevar a huir de esa experiencia y no volver a repetirla, pero cuando esa situación de miedo es controlada la cosa cambia.

  El cerebro ante situaciones de miedo activa la amígdala responsable de las emociones y permite soltar dopamina y adrenalina provocando una mezcla entre excitación y euforia. Ver películas de terror se podría decir que es el deporte de riesgo de aquellos que no se atreven a realizarlos, o lo más parecido a montarte en una atracción. Todos ellos, exceptuando en parte el de deporte de riesgo, cuentan con un factor fundamental, la seguridad. 

  El miedo controlado hace que de una situación angustiosa lleguemos a disfrutar ya que nuestro cuerpo reacciona a la situación soltando las sustancias que nos provoca que lleguemos a una angustia divertida, ya que provocará que gritemos, temblemos e incluso intentemos huir pero con la diversión de saber que estamos protegidos en todo momento. Es la mejor manera de disfrutar de emociones fuertes sin correr el peligro de que el paracaídas no se abra. La clave está en que nuestro cuerpo experimenta una situación de peligro el cuál traduce que ha superado cuando acaba transmitiéndolo a nuestro sentimiento de superación de un hecho peligroso. Es decir, llegamos a creer que estamos viviendo una situación peligrosa en la cual estamos usando los medios posibles para superarla, quién no ha dicho nunca eso de “¡Pero corre o coge un palo!”.

  Además, el ser humano instintivamente disfruta más con aquello que les pasa a otras personas que a nosotros mismos. La frase de “Bueno hay gente que está peor” hace que disfrutemos del mal ajeno, y para ello un dato, en la crisis de los años 20 se incrementó la afición por las películas de miedo, y vemos como actualmente vuelven a crecer las películas de este género coincidiendo con la crisis que padecemos actualmente.

En resumen, nuestro cuerpo experimenta multitud de sentimientos, todos ellos instintivos por lo tanto necesario en nuestras vidas, por lo que experimentar tanto el miedo o la tristeza, a pesar de que a menudo lo intentemos evitar, son experiencias necesarias para la vida y, aunque parezca que no, puede resultar bastante divertido o placentero. 


¿Disfrutas con las películas de miedo? ¿Eres de verlas solo/a o acompañado? Comparte tu experiencia de terror con nosotros.

Daniel Mestre Flores
Daniel Mestre Flores

Psicólogo, educador y creador de Centro Haiku. Durante años he buscado llegar a la mente hasta que comprendi que la mente está en cada una de las pequeñas cosas de la vida.

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