Al mal tiempo, buena cara.

Empezamos nuestro primer post en septiembre, el segundo comienzo del año y es que al igual que pasa en año nuevo, septiembre suele ser un mes decisivo para plantear nuevas metas en nuestra vida y replantearnos objetivos que bien no hemos llegado a realizar al comienzo del año, o que nos planteamos después de los acontecimientos que hemos vivido en el desarrollo del año.

Iluso me llamarían si dijera que vivimos una situación favorable para marcarnos objetivos, cuando por televisión solo nos inundan la mente de malas noticias, que si sigue habiendo muchos parados, que si gente sobrecualificada se tiene que ir al extranjero, que la economía sigue estancada. Un marco nada consolador para la búsqueda de objetivos, ¿No?

Si te sientes apático, decaído, desilusionado con la vida porque por más que lo intentes no consigues llegar a nada, lo peor que puedes hacer es consolarte en tu tristeza. Os propongo un ejercicio muy simple, obligaros a sonreír una vez al día, sonreíros en el espejo, sonreír a alguien por la calle que seguramente agradecerá recibir una sonrisa de alguien y no solo te animarás más tú, sino que podrás animar a alguien que quizás lo único que necesitaba este día era eso, que alguien después de recibir tantas caras apagadas le sonriera. No digo que no sea comprensible que puedas estar amargado, sin ganas de nada y frustrado ante los fracasos que has obtenido pero, ¿Que ganas estando así? Los seres humanos por naturaleza tendemos a contagiarnos de las emociones, por lo que no favorezcamos nuestro estado de ánimo negativo que no nos llevará a nada, si estas triste y ves que no puedes salir de ahí rodeate del amigo más feliz que conozca, evita acercarte a personas que están en tu mismo estado que lo único que hará será reforzar tu estado negativo, apaga la televisión si lo único que te van a contar son cosas depresivas, o ponte una comedia o una canción alegre que te intente subir el ánimo.

Seamos positivos dentro de esta dura realidad. Por muy mal que lo estés pasando siempre debes buscar esa luz al final del túnel que te haga sonreír cada día porque esa fuente de motivación sigue ahi. Dejemos de lado los sentimientos inútiles que no llevan a nada, o pero aún, que llevan a frenar más el conseguir el objetivo que nos tenemos marcado.

Así que recuerda, sonríe por fuera y tu interior y tu alrededor te lo agradecerá  :)